Bien pues allí estuvimos Pedro y yo con nuestro anfitrión, Jose María.
La noche empezó con nubes (para variar) pero al final de la jornada se despejó completamente y disfrutamos de un cielo estupendo.
En cuanto al cometa, lo vimos gracias a las coordenadas con las que contábamos, pero no pudimos apreciar la cola. Eso sí, su color era diferente al del resto de objetos que le rodeaban.
Pedro estuvo probando su nuevo filtro O
3 y la apariencia de la neblosa de Orión fué espectacular con mayúsculas.
Desde aquí las gracias a Jose María por su hospitalidad.
Hasta pronto.